Debido a la toxicidad de los tratamientos oncológicos, la piel se vuelve muy frágil y deshidratada, lo que da lugar a sequedad, irritación, picor, descamación, enrojecimiento, sarpullidos, aparición de heridas, etc.
El cuidado de la piel y mucosas es tan importante antes de empezar el tratamiento oncológico, para tener la piel preparada y en perfecto estado, como durante el mismo e incluso años después de haber concluido, porque los efectos secundarios y complicaciones a nivel cutáneo pueden aparecer mucho tiempo después.
En estos tratamientos, las funciones de la epidermis se ralentizan, por ello, llevar a cabo unos cuidados específicos de la piel, que reparen y minimicen los efectos secundarios de este tipo de tratamientos, es fundamental.
Para prevenir y minimizar en mayor medida este malestar cutáneo, contribuir a su bienestar general y ayudar a disminuir las complicaciones derivadas del tratamiento, la higiene y cuidado de la piel es indispensable. Hay que utilizar productos que reparen la barrera desde un primer momento, aporten una alta dosis de hidratación y emoliencia, y al mismo tiempo, calmen y disminuyan el eritema característico.
Tras la quimioterapia, el cuidado adecuado del cuero cabelludo también es muy importante. Aproximadamente, un mes después de finalizar el tratamiento, la pérdida de cabello empieza a reponerse. Unos cuidados diarios adecuados favorecerán la hidratación, la oxigenación y regeneración de la zona, acelerando el crecimiento del cabello.
Para los cuidados diarios de la piel, se debe realizar duchas cortas con agua templada, utilizando jabones suaves (Syndet), con pH eudérmico (5.5) y un elevado contenido de Aceites Vegetales. Es importante aportar abundante hidratación y emoliencia a la piel, con activos calmantes y reparaciones. Además, evitar todo tipo de sustancias irritantes: perfumes, alcohol, etc.
Protegerse del sol es imprescindible, debido a la fotosensibilidad causada por los tratamientos. Los fotoprotectores deben estar formulados preferiblemente con filtros físicos, para minimizar los problemas de alergias e intolerancias cutáneas.
Utilizar prendas elaboradas con tejidos naturales que favorezcan la transpiración de la piel, mejoren su regeneración y, eviten el picor y las rozaduras.
Cuatro horas antes de comenzar una sesión de radioterapia no se puede aplicar ningún producto tópico en la zona que vaya a ser irradiada.
Mantener un buen cuidado de las manos, pies y uñas, con emolientes adecuadas que ayuden en la prevención de alteraciones ungueales, paroniquias, pulpitis, etc. Si se decide pintar las uñas, escoger esmaltes hipoalergénicos.
Mantener una buena higiene y salud bucal para prevenir y/o disminuir las complicaciones derivadas del tratamiento. Someterse a un examen dental completo.
Hidratar y airear el cuero cabelludo un mínimo de 6 horas al día si se decide cubrirlo.
Mantener una higiene íntima diaria con productos suaves, syndets, que respeten el pH de la zona vaginal, con activos emolientes y calmantes. Evitar la humedad en la zona y el uso de prendas muy ajustadas.
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REPARADOR
MEJORA DE LA FUNCIÓN BARRERA
ANTIOXIDANTE
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