La piel del caballo mide entre cinco y diez metros cuadrados, en función de las dimensiones de cada animal. Es su órgano más grande, actuando como armadura frente a los agentes externos, y está constantemente sometido a todo tipo de influencias, tanto internas como externas, que pueden afectar a su equilibrio y salud.
El caballo es uno de los animales que transpira para regular su temperatura corporal durante el ejercicio. El cuidado y la higiene adecuada son indispensables para evitar el desarrollo de patógenos, que puedan generar problemas dérmicos que afecten a la salud y apariencia del animal.
La línea a base de aceites ozonizados OzoVet especial caballos potencia la recuperación postlesional de la piel y promueve el mantenimiento de la homeostasis cutánea. El mejor remedio para una piel tan especial como la de los caballos.
Uno de los productos dermatológicos de primera elección, OzoVet especial caballos está especialmente indicado para el cuidado de heridas, dermatitis estival equina y dermatofitosis.
Utilizar jabones syndet con pH eudémico y formuladas con un elevado porcentaje de aceites vegetales aclarando con abundante agua templada
Aplicar diariamente formulaciones hidratantes y emolientes para favorecer la regeneración de la piel, disminuir la pérdida de agua transepidérmica y favorecer la hidratación.
Abrigarse bien ya que el frio empeora la enfermedad. Usar prendas de fibras naturales y transpirables que favorezcan la regeneración de la piel, preferiblemente de algodón.
Evitar ambientes demasiado secos utilizando humidificadores.
Mantener una dieta saludable, rica en vitamina A, antiozidantes y omega 3. Evitaar el consumo de grasas, alcohol y tabaco.
El Sol y el agua de mar son muy beneficiosos para aliviar síntomas de la psoriasis. Utilizar fotorpotectores preferiblemente formulados con filtros físicos para minimizar el riesgo de reacciones aalérgicas.
