Las reacciones de hipersensibilidad son respuestas inflamatorias de origen inmunitario, responsables de la aparición de cuadros clínicos en todos los sistemas orgánicos. A nivel dérmico se clasifican en dos grandes grupos: las dermatosis inmunomediadas a estructuras orgánicas propias y las dermatosis inmunomediadas contra alérgenos ajenos al organismo que se denominan dermatopatías alérgicas o de hipersensibilidad. Dentro del segundo subgrupo, las más comunes en el gato son:
Hipersensibilidad a la picadura de pulga (DAPP)
Hipersensibilidad felina ambiental (que simula atopía),
Hipersensibilidad alimentaria (DAA)
Hipersensibilidad a parásitos intestinales
Hipersensibilidad a insectos.
Las manifestaciones clínicas a nivel cutáneo son inespecíficas y no alcanzan a identificar el tipo de alergia, por lo que las pruebas laboratoriales son de gran ayuda de cara a establecer un diagnóstico diferencial preciso y un tratamiento idóneo. Aún así, se pueden identificar algunos síntomas:
Prurito: predomina en las zonas del cuello y la cabeza. Es el síntoma que parece ser más característico, pero es difícil detectarlo debido a los estrictos y frecuentes hábitos de acicalado de esta especie.
Alopecia: puede presentar, o no, simetría.
Dermatitis miliar: patrón clínico cutáneo caracterizado por erupciones de tipo papulocostrosas, eritematosas, de prurito variable, que aparecen de forma difusa en el dorso (desde la base de la cola a la espalda), el cuello, la cabeza y la región ventral. Secundariamente al prurito que producen estas lesiones, se producen otras manifestaciones como alopecia y excoriaciones.
¿Cómo nos pueden ayudar los Aceites ozonizados?
La tendencia en dermatología es priorizar la prevención y el tratamiento tópico local. En este tipo de procesos cutáneos se ha visto que la importancia está en el manejo y prevención entre brotes más que en el tratamiento del proceso activo.
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