El Linfoma es la quinta causa de muerte por cáncer hematológico en el mundo.
Según las últimas estimaciones del Grupo Oncológico para el Tratamiento y Estudio de los Linfomas (GOTEL), aproximadamente un 2% de los españoles habrá sido diagnósticado de linfoma en el 2020, siendo la incidencia en varones un poco más alta.
Existen principalmente tres tipos de cánceres de la sangre: Leucemia, Linfoma y Mieloma. Siendo el Linfoma un tipo de cáncer que se desarrolla en los glóbulos blancos, células del sistema linfático. Los linfomas también son conocidos como tumores sólidos hematológicos para diferenciarlos de las leucemias.
Tradicionalmente los linfomas se clasifican en dos grandes grupos: el Linfoma de Hodgkin (LH), y los Linfomas no Hodgkin (LNH). Hay más de 60 tipos de Linfomas no Hodgkin, dependiendo del tipo de células inmunes afectadas, y sólo el 50% son curables. Ocupa el séptimo lugar en incidencia por tipo de cáncer y el noveno en cuanto a mortalidad, representando un 3% del total de las muertes por cáncer.
Importancia del diagnóstico precoz
La falta de conocimiento por parte de la población para detectar los síntomas de alarma, fomenta estas cifras tan elevadas. Siendo el diagnóstico precoz de vital importancia, ya que el tratamiento será menos agresivo cuando menos avanzada esté la enfermedad, y por tanto, mayor la supervivencia y la calidad de vida del paciente.
El 15 de septiembre es el Día Mundial del Linfoma, una fecha que conmemoramos con el objetivo de dar mayor visibilidad a este tipo de cáncer y concienciar a la sociedad sobre los síntomas y la importancia de un diagnóstico precoz.
Los síntomas del linfoma pueden variar dependiendo del tipo de linfoma que se trate, de la zona del cuerpo más afectada y de la velocidad de crecimiento, siendo los más comunes: sudores nocturnos abundantes, fiebre y escalofríos intermitentes, picazón, inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, ingles, etc., pérdida de peso, tos o dificultad para respirar, hinchazón o dolor abdominal, fatiga o anemia, entre otros.
El tratamiento depende principalmente del tipo y el estadio del linfoma, de la edad, la salud general y la tolerancia a diferentes tratamientos, siendo los más habituales quimioterapia, radioterapia, terapia con anticuerpos monoclonales y radioinmunoterapia.
Desde Laboratorios Ozoaqua, comprometidos en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, hoy queremos apoyar de forma especial a los pacientes sometidos a tratamientos oncológicos, prestándoles apoyo en la higiene y cuidado de su piel, desde el primer momento, para evitar la aparición de efectos secundarios a los tratamientos oncológicos, o minimizarlos en el caso de que aparezcan, mejorando por tanto la adherencia a los mismos, su éxito y buena evolución.
Fuentes:
- Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL)
- Grupo Oncológico para el Tratamiento y Estudio de los Linfomas (GOTEL)
- Asociación Española Contra el Cáncer (AECC)
- Fundación internacional Josep Carreras
- Colegio oficial farmacéuticos. www.micof.es
- Lymphoma Research Foundation. Acerca del linfoma.