La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y su función barrera es vital ya que nos protege de sobreinfecciones, nos ayuda a regular la temperatura y evitar la pérdida de agua transepidérmica.
Las necesidades de nuestra piel varían según las estaciones ya que con ellas, se enfrentan a numerosos cambios y factores agresivos externos conocidos como exposoma ; como pueden ser la temperatura, la radiación solar, viento, polución generando un estrés oxidativo a lo que nuestro organismo responde liberando encimas que producen un proceso inflamatorio.
Con la llegada del verano, pueden aparecer patologías y alteraciones cutáneas típicas de la época o incluso en algunos casos, empeorar las existentes. Además, las elevadas temperaturas pueden favorecer el desarrollo de gérmenes patógenos en determinadas zonas de nuestra piel empeorando en algunos casos alteraciones cutáneas.
Las alteraciones o afecciones más frecuentes en época estival suelen ser:
- Alergia solar y reacciones de fotosensibilidad
- Quemaduras solares agravadas este año tras el confinamiento, ya que nuestra piel no se ha ido adaptando de forma progresiva a la exposición solar.
- Picaduras de insectos y animales marinos
- Urticaria y erupciones por plantas venenosas
- Dermatitis de contacto: alérgicas o irritativas; agravadas aún más por el uso de soluciones hidroalcohólicas o radiación solar.
- Xerosis
- Empeoramiento de patologías como rosácea, lupus, cuperosis, dermatitis seborreica y acné, agravado este año por el uso obligatorio de mascarillas
- Infecciones fúngicas, bacterianas y víricas, siendo las más habituales: moluscos, impétigo, cistitis, candidiasis vaginal, vaginitis o vulvovaginitis, pitiariasis Versicolor, foliculitis de las piscinas, boca-mano-pie y varicela
Con el objetivo de prevenir todas estas afecciones típicas del verano y/o minimizarlas, son aconsejables unos cuidados específicos para mantener o cuidar la piel.
Potenciar el uso diario de productos formulados con Aceites Vegetales Ozonizados, por sus propiedades y beneficios para el cuidado de la piel y la zona íntima, siendo productos de elección en la actualidad. Favorecen la restauración de la función barrera cutánea, recuperando el estado fisiológico natural de la piel. Además, la ausencia de efectos secundarios y contraindicaciones y su combinación con otros tratamientos dermatológicos, los hacen totalmente seguros para todo tipo de pacientes y estados en la mayoría de los productos, como pueden ser embarazo y/o lactancia.
Para más información, visualiza la explicación de Ada Llácer, Farmacéutica y Responsable de Formación de Laboratorios Ozoaqua:
Prevención de alteraciones cutáneas en época estival con Aceites Vegetales Ozonizados
